Las lluvias excesivas dejaron bajo el agua a gran parte del centro de Buenos Aires. Se perdieron cosechas, murió hacienda y los caminos rurales están destruidos. Los productores reclaman por obras hídricas y alivio fiscal.
El centro de la provincia de Buenos Aires atraviesa una de las peores crisis hídricas de los últimos años. Miles de hectáreas están bajo el agua, cultivos perdidos, tambos paralizados y caminos intransitables. En distritos como Bolívar, Carlos Casares y 9 de Julio, la situación es crítica y los productores denuncian falta de obras de infraestructura, pérdidas millonarias y presión impositiva en medio de la emergencia.
En diálogo con Infobae en Vivo, el productor Leandro Lanzinetti, de Bolívar, advirtió:
“La situación, lejos de mejorar, empeoró. Hay campos que no producen y no pagan impuestos, pero nadie los exonera”.
📉 Pérdidas en todos los frentes
- Cosechas arruinadas: se perdió parte de la soja y el maíz de la campaña gruesa. Muchos lotes quedaron sin cosechar y la siembra de trigo fue casi nula.
- Próxima campaña en peligro: el suelo está saturado y no se puede sembrar. “Todo se va a postergar para octubre o noviembre, y ya mal encarado desde el vamos”, dijo Lanzinetti.
- Girasol: en varios campos, el agua llegó a la altura de los capítulos (1,80 metros).
- Ganadería afectada: los campos están inaccesibles, con terneros muertos y sin posibilidad de alimentar a la hacienda.
- Tambo paralizado: “Sacar la leche y meter un camión de comida todos los días es imposible”, relató el productor.
🚧 Incomunicados por caminos destruidos
El anegamiento no solo afecta la producción, sino también la logística rural. Según Lanzinetti, en Bolívar están bajo el agua el 60% de las 500.000 hectáreas del partido. En Carlos Casares, “prácticamente todo el partido está afectado”.
“No hay caminos, no se puede llegar. Incluso a campos cerca del pueblo no se puede entrar”, denunció.
Además, la recuperación natural es lenta: el agua solo se va por evaporación o infiltración en las napas, y no hay canales de desagüe suficientes.
🛠️ Cuarenta años sin obras
La falta de infraestructura hídrica es uno de los principales reclamos del sector.
“No se hizo una obra importante en 40 años. Necesitamos un canal grande, como el Canal Mercante”, subrayó Lanzinetti.
Bolívar cuenta con dos cuencas críticas. Una se conecta al arroyo Vallimanca, que recibe agua de lagunas encadenadas como Alsina, Cochicó, Del Monte y Epecuén. Cuando estas se desbordan, el canal Aliviador colapsa. La otra cuenca se inunda por lluvias directas sobre los partidos más castigados.
💸 Pérdidas económicas y reclamos fiscales
La falta de seguros contra inundaciones deja a los productores completamente expuestos.
“Esto es quebranto para muchas empresas. No hay seguro que cubra una inundación así”, lamentó el entrevistado.
También hay problemas con la comercialización de granos:
- Hay silobolsas mojadas o inaccesibles en los campos.
- Se dificulta el traslado de lo poco que se pudo cosechar.
En paralelo, crecen los conflictos impositivos.
“El inmobiliario rural subió bastante. Y sobre Ingresos Brutos… ¿qué vas a vender si no se sembró ni se cosechó?”
Muchos productores incluso se niegan a pagar la tasa vial, al no recibir mantenimiento de los caminos.
Hasta ahora, no hay medidas oficiales de alivio tributario, condonación de impuestos ni líneas de crédito especiales para zonas en emergencia.
📍 Datos clave:
- Más de 300.000 hectáreas afectadas solo en Bolívar
- Incomunicados por 2.500 km de caminos destruidos
- Cosechas perdidas y próxima siembra demorada
- Sin asistencia ni planes de infraestructura anunciados