El país quedó fuera del EMBI+ y fue trasladado a un índice con criterios más flexibles. El impacto se nota en la frecuencia de actualización del riesgo país y en la lectura del mercado sobre los bonos soberanos argentinos.
La deuda soberana argentina fue excluida del EMBI+, el índice más riguroso de bonos emergentes elaborado por JP Morgan, y trasladada a un índice de menor exigencia técnica: el EMBI Global Diversified (EMBIGD). La decisión, confirmada por fuentes del mercado a Infobae, modifica el modo en que se calcula y publica el riesgo país, y deja de estar disponible la actualización en tiempo real de ese dato clave.
¿Qué implica la salida del EMBI+?
El EMBI+ (Emerging Markets Bond Index Plus) es uno de los indicadores más consultados por inversores internacionales para seguir la salud financiera de países emergentes. Mide el rendimiento de sus bonos soberanos emitidos en dólares bajo legislación extranjera. Argentina, que había logrado reingresar tras la reestructuración de deuda de 2020, quedó fuera del índice tras el rebalanceo de septiembre.
Desde el 30 de septiembre, el subíndice EMBI+ Argentina dejó de actualizarse en tiempo real, según confirmaron a este medio fuentes del mercado y del proveedor de datos financieros LSEG (London Stock Exchange Group), que distribuye los datos de JP Morgan.
“No miren más EMBI+”, advirtieron desde el entorno financiero al señalar que la deuda argentina ya no integra el índice más estricto.
Por qué JP Morgan tomó esta decisión
JP Morgan no emitió un comunicado oficial ni respondió a las consultas de Infobae, pero fuentes internas atribuyen la decisión a un criterio técnico: los bonos argentinos fueron emitidos en septiembre de 2020 y, al haber pasado más de cinco años, dejaron de cumplir el requisito de antigüedad máxima para seguir formando parte del EMBI+.
Qué cambia en el riesgo país
La salida del EMBI+ tiene un efecto directo: el riesgo país argentino dejará de ser actualizado en tiempo real y pasará a tener una única actualización diaria, al cierre de cada jornada.
Este indicador, que mide el diferencial entre los rendimientos de los bonos locales y los del Tesoro de EE.UU., es clave para la percepción del país en los mercados globales.
Por ejemplo: si un bono argentino rinde 12% anual y uno estadounidense rinde 4%, el riesgo país será de 800 puntos básicos (8 puntos porcentuales). Esta cifra se calculaba minuto a minuto con datos del EMBI+, pero ahora dependerá del EMBI Global Diversified (EMBIGD), menos preciso y más generalista.
¿Qué es el EMBIGD y en qué se diferencia del EMBI+?
El EMBI+ se caracteriza por exigir bonos soberanos puros, con un mínimo de USD 1.500 millones en circulación por emisión, y un umbral total de USD 10.000 millones por país. Además, actualiza los datos en tiempo real.
En cambio, el EMBIGD:
- Permite bonos cuasi-soberanos, municipales o provinciales.
- Acepta emisiones a partir de USD 500 millones.
- Limita el peso de cada país para evitar sobreconcentraciones.
- Se actualiza una sola vez al día.
La inclusión de Argentina en el EMBIGD significa que seguirá siendo medida por los mercados, pero a través de un lente más general, que diluye el foco sobre su situación particular.
¿Por qué esto es importante?
El EMBI+ es utilizado como referencia por numerosos fondos de inversión y ETFs (fondos cotizados) que replican su comportamiento. Su exclusión reduce la visibilidad de los bonos argentinos en esas carteras y dificulta el acceso a financiamiento externo, ya que representa una caída en el estatus de elegibilidad de sus activos soberanos.
Además, la decisión genera incertidumbre en el seguimiento de los mercados y obliga a inversores, economistas y medios a ajustar sus fuentes de información sobre riesgo país.