El entrenador suspendió la conferencia de prensa luego de la caída en el Monumental. El silencio del DT alimenta rumores en medio de la crisis del equipo y a pocos días del duelo ante Boca Juniors.
La noche en el Monumental dejó algo más que una derrota histórica. Tras el 1-0 ante Gimnasia y Esgrima La Plata, Marcelo Gallardo decidió no brindar la conferencia de prensa obligatoria, una decisión inusual que encendió las alarmas en River Plate y sorprendió tanto a periodistas como a los hinchas.
El silencio del entrenador llega en el peor momento del ciclo, con el equipo sumido en una racha negativa y a tan solo una semana del Superclásico ante Boca Juniors, que se disputará el próximo domingo en La Bombonera.
Un golpe inesperado en el Monumental
El encuentro, correspondiente a la fecha 14 del Torneo Clausura, terminó con victoria para Gimnasia por 1-0. El único gol del partido llegó a los 56 minutos, cuando Marcelo Torres convirtió un penal sancionado por Nazareno Arasa tras la intervención del VAR.
El conjunto platense, ordenado y efectivo, aprovechó los errores de River y se llevó un triunfo histórico de Núñez, mientras que los dirigidos por Gallardo mostraron falta de ideas, desconexión y un bajo nivel colectivo.
A los 15 minutos de la primera mitad, Facundo Colidio debió ser reemplazado por lesión muscular en la pierna izquierda. El delantero se retiró entre lágrimas y su participación en el Superclásico está prácticamente descartada.
El clima en el Monumental: bronca y preocupación
Con el correr de los minutos, la tensión en las tribunas creció. El público local reaccionó con cánticos de disconformidad y pedidos de cambios, mientras el “Lobo” se replegaba con inteligencia para cuidar la ventaja.
En tiempo de descuento, River tuvo la chance de empatar, pero Miguel Borja falló un penal en el minuto 90+12. El arquero Nelson Insfrán se convirtió en la figura del encuentro y selló una victoria que será recordada por los hinchas de Gimnasia.
River, en crisis y con el futuro en juego
La derrota dejó al equipo de Núñez tercero en la tabla anual con 52 puntos, cuatro menos que Boca y trece por debajo del líder Rosario Central, cuando solo restan seis en disputa. En este escenario, River debería disputar la fase previa de la Copa Libertadores 2026 y no sería cabeza de serie, un golpe deportivo y económico para la institución.
El presente es preocupante: cinco derrotas en los últimos seis partidos del Clausura, incluyendo cuatro consecutivas como local —ante Palmeiras, Riestra, Sarmiento y Gimnasia—, una racha inédita en casi un siglo. A eso se suman las eliminaciones en Copa Libertadores y Copa Argentina, lo que ha incrementado la presión sobre el cuerpo técnico.
Gallardo, entre el silencio y las dudas
La suspensión de la conferencia de prensa fue interpretada como un gesto de frustración y también de introspección. En River nadie confirmó si se trató de una decisión momentánea o del inicio de una etapa de replanteos internos.
El último contacto del entrenador con los medios había sido tras la eliminación ante Independiente Rivadavia por la Copa Argentina, donde fue autocrítico:
“Analizaremos al final de la temporada. Los objetivos no se han cumplido. Nos queda intentar revertir este año completamente negativo y después veremos cómo seguimos”.
Su silencio ahora, en la antesala del partido más importante del semestre, abre interrogantes sobre su continuidad más allá del cierre del torneo.
La previa del Superclásico
El Superclásico entre Boca y River está programado para el domingo a las 16 horas en La Bombonera. La Asociación del Fútbol Argentino confirmará entre martes y miércoles el árbitro del encuentro, que será determinante no solo para el cierre del campeonato, sino también para el futuro del propio Gallardo.
