Después de dos noches con entradas agotadas en el estadio Monumental y una sorpresiva visita a La Bombonera para presenciar el Superclásico, Dua Lipa eligió cerrar su paso por Buenos Aires con una cena bien porteña en El Preferido de Palermo, el clásico restaurante de la esquina rosada que ya había visitado en su gira anterior.
Su llegada no pasó inadvertida: en cuestión de minutos, decenas de fanáticos coparon la vereda para verla de cerca. Entre gritos, selfies, banderas y celulares levantados, la artista británica —de 30 años y ascendencia albanesa-kosovar— saludó sonriente antes de retirarse, custodiada por un fuerte operativo de seguridad pero visiblemente relajada.
“¡Dua, te amamos!” y “¡Welcome to Argentina!” se escuchaba desde todos los rincones de la calle mientras los flashes iluminaban la escena. La intérprete de Levitating respondió con una sonrisa, algunas palabras en español y gestos de agradecimiento antes de subir a la camioneta que la trasladaba.
El furor recordó su visita de 2022, cuando también había cenado en El Preferido durante el Future Nostalgia Tour. Tres años después, la historia volvió a repetirse, confirmando su conexión con el público argentino y su afinidad por los sabores locales.
Su paso por el bodegón palermitano fue el broche final de un fin de semana inolvidable: tras su show en el Monumental, Dua Lipa asistió al Superclásico entre Boca y River en La Bombonera, donde fue vista luciendo la camiseta de la Selección argentina. Allí conoció a Juan Román Riquelme, quien le dio la bienvenida al estadio y le obsequió una camiseta xeneize personalizada.
Durante su estadía en Buenos Aires, la cantante se hospedó en el Four Seasons Hotel y recorrió distintos puntos gastronómicos de la ciudad. Degustó cortes de Wagyu en Madre Rojas (La Boca), trucha patagónica en Las Flores (Palermo) y platos tradicionales reinterpretados en El Preferido.
En redes sociales, los videos de su paso por la ciudad —entre shows, fútbol y cenas— se viralizaron en cuestión de horas. Su cercanía con los fans y su interés por conocer la cultura local volvieron a conquistar al público argentino.
Con una sonrisa, Dua Lipa se despidió de Buenos Aires dejando una estampa que ya se volvió habitual: la superestrella global disfrutando como una vecina más de los encantos porteños.
