La operación fue anunciada por el presidente Donald Trump, quien afirmó que se trató de una respuesta directa a la escalada de violencia perpetrada por grupos yihadistas en la región.
Estados Unidos llevó a cabo una operación militar contra posiciones del Estado Islámico en el noroeste de Nigeria, en respuesta a una serie de ataques atribuidos a grupos yihadistas contra comunidades cristianas. La acción fue confirmada por el presidente Donald Trump, quien aseguró que se trató de una represalia directa frente a la violencia sectaria registrada en las últimas semanas.
El anuncio fue realizado por el mandatario a través de un mensaje publicado en su red social Truth Social, donde sostuvo que la ofensiva apuntó contra objetivos estratégicos del grupo extremista.
Según explicó Trump, la operación consistió en múltiples bombardeos de precisión sobre posiciones identificadas del Estado Islámico en una zona afectada desde hace años por la presencia de organizaciones armadas y conflictos interreligiosos.
El presidente afirmó que había advertido previamente a los militantes sobre las consecuencias de continuar con los ataques y señaló que la respuesta militar buscó frenar la escalada de violencia. Además, elogió la capacidad operativa de las fuerzas estadounidenses y remarcó que se trató de una acción “decisiva”.
Desde el Pentágono confirmaron que la ofensiva se realizó a pedido del gobierno de Nigeria y que permitió neutralizar a varios integrantes del grupo terrorista. Se trata de la primera acción militar directa de Estados Unidos en Nigeria bajo la actual administración.
La Casa Blanca había expresado en meses anteriores su preocupación por la situación de seguridad en el país africano, en particular por los ataques contra minorías religiosas. En octubre, funcionarios estadounidenses señalaron que evaluaban distintas medidas, incluidas sanciones diplomáticas y una eventual intervención militar, si no se lograba contener la violencia.
Nigeria, el país más poblado de África, enfrenta desde hace más de una década una grave crisis de seguridad, especialmente en el norte y el noroeste, donde operan grupos como Boko Haram y la filial del Estado Islámico en África Occidental. Si bien la violencia afecta a distintas comunidades, Washington sostiene que en los últimos meses se registraron ataques especialmente graves contra civiles cristianos.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, destacó la cooperación entre Washington y Abuja y agradeció el respaldo del gobierno nigeriano. “Estados Unidos está dispuesto a actuar junto a sus aliados para proteger a comunidades amenazadas y combatir el terrorismo”, afirmó.
Organizaciones humanitarias internacionales vienen alertando sobre el impacto de la violencia yihadista en Nigeria, que ha dejado miles de víctimas y desplazados internos. La reciente intervención estadounidense refuerza el compromiso de la administración Trump de intensificar la lucha contra el terrorismo global y de respaldar a gobiernos aliados frente a grupos extremistas.
