La Asociación de Guías de Montaña afirmó que el chef completó el tramo de la excursión sin dificultades físicas. Sin embargo, señalaron un cambio de actitud y episodios de hostilidad que motivaron la intervención de Gendarmería Nacional.
La Asociación de Guías de Montaña (AAGM) aseguró que el chef Christian Petersen no presentó problemas de salud durante el tramo del ascenso al volcán Lanín que llegó a realizar, aunque confirmó que registró un cambio en su comportamiento que alteró la dinámica del grupo y derivó en un pedido de intervención a las fuerzas de seguridad.
Petersen permanece internado en el Hospital Ramón Carrillo de San Martín de los Andes tras haber sufrido una falla multiorgánica durante una excursión de alta montaña, según informó en un único comunicado el Ministerio de Salud de Neuquén. Desde entonces, no se difundieron nuevos partes médicos oficiales, situación que las autoridades provinciales atribuyeron a un pedido expreso de la familia.
El episodio que derivó en su internación ocurrió el viernes 12 de diciembre, durante una expedición al volcán Lanín, en la Patagonia. De acuerdo con el informe de la AAGM, el chef formaba parte de un grupo de excursionistas cuando los guías advirtieron un cambio de actitud y, de común acuerdo, se decidió suspender su ascenso y organizar el regreso.
Según detallaron, Petersen completó sin inconvenientes el primer tramo de la travesía. Antes de iniciar el ascenso, solicitó algunas condiciones especiales, como realizar el recorrido en silencio, lo que llevó a los guías a separarlo del resto del grupo y acompañarlo de manera individual, siempre bajo supervisión profesional.
Al llegar al refugio, compartió un momento con los demás participantes, se mostró conforme con haber alcanzado ese punto y disfrutó de la estadía. Tras la charla técnica previa al segundo día de actividad, y con el consentimiento del propio Petersen, se resolvió que permaneciera en el refugio y no continuara hacia la cumbre.
No obstante, ese mismo día los guías observaron un cambio en su comportamiento. Según relataron, durante el horario de descanso se produjeron episodios de gritos y ruidos molestos que incomodaron al resto de los excursionistas. Ante esa situación, el equipo decidió iniciar el descenso hacia la base.
El regreso se realizó sin dificultades durante aproximadamente dos horas, con Petersen acompañado por uno de los integrantes del grupo. Los guías informaron el descenso a Parques Nacionales, pero más tarde solicitaron la intervención de Gendarmería Nacional debido a que el chef habría adoptado una actitud hostil hacia uno de los guías.
“Aproximadamente dos horas más tarde, Petersen adoptó una actitud prepotente hacia un miembro del equipo, motivo por el cual se solicitó la intervención de Gendarmería Nacional”, señalaron desde la AAGM.
La entidad aclaró que el chef descendió cerca de 2.000 metros en buenas condiciones generales y que no presentó síntomas compatibles con un accidente cerebrovascular ni arritmias durante la actividad, como había trascendido en algunas versiones. Los problemas de salud se manifestaron posteriormente, cuando sufrió una descompensación tras el descenso.
En el hospital de Junín de los Andes, los médicos diagnosticaron una fibrilación auricular, una arritmia cardíaca potencialmente grave, y un cuadro agudo que motivó su estabilización y posterior traslado al Hospital Ramón Carrillo, donde ingresó a terapia intensiva con diagnóstico de falla multiorgánica.
Desde el Ministerio de Salud de Neuquén confirmaron ese cuadro en su único parte médico oficial y explicaron que el hermetismo posterior responde a una solicitud de la familia. De manera extraoficial, trascendió que Petersen habría mostrado una evolución favorable, con retiro de la asistencia respiratoria mecánica.
Los profesionales que lo asisten evalúan ahora su estado clínico para definir una eventual derivación en avión sanitario a un centro de mayor complejidad en la ciudad de Buenos Aires, donde continuaría bajo estricta supervisión médica.