Comerciantes piden reducir el IVA para turistas

La reducción de los precios de electrónicos como consecuencia de la baja de impuestos aduaneros hace que se reduzca el incentivo para los viajes de compras al país vecino

El comercio fronterizo en el sur de Chile atraviesa un momento de incertidumbre. La caída del turismo de compras argentino, motivada por cambios económicos implementados en la Argentina, encendió señales de alerta en localidades como Osorno, Puerto Montt y Valdivia. La baja en el flujo de visitantes cruzando la cordillera comenzó a impactar directamente en las ventas minoristas y en la actividad general del sector servicios en esas zonas. Ante este escenario, comerciantes y referentes institucionales impulsaron con fuerza un proyecto de ley para que el Estado chileno restituya el mecanismo de devolución del 19% del IVA a turistas extranjeros no residentes.

Diego Ibáñez, integrante de la Cámara de Comercio de Osorno, sostuvo que este tipo de políticas resultan fundamentales para la reactivación de la economía regional. “En zonas como la nuestra, con fronteras muy cercanas y tránsito frecuente, este tipo de iniciativas impulsa la actividad económica y turística”, explicó. Su diagnóstico encontró eco en otros sectores del empresariado chileno, que comenzaron a reclamar públicamente la necesidad de acelerar el tratamiento legislativo del proyecto.

El texto en cuestión ingresó al Congreso de Chile en mayo de 2024 y recibió en diciembre una aprobación general por parte del Senado. Sin embargo, luego fue devuelto a comisión con observaciones y desde entonces no registró avances concretos. La falta de definición preocupa a comerciantes que durante los últimos años vieron en el turismo argentino un sostén clave para sus ingresos. Según datos oficiales, casi 1,4 millones de argentinos cruzaron hacia Chile durante los primeros nueve meses de 2024, generando un impacto económico estimado en más de 1.000 millones de dólares en compras.

En ese contexto, Ibáñez remarcó que el mecanismo propuesto no representa una innovación a nivel internacional, sino una herramienta común en otros destinos turísticos. “No es algo tan vanguardista. En otras partes pasa y es habitual. Yo diría que todo lo contrario: nosotros nos hemos ido quedando un poco atrás en esto”, afirmó.

El proyecto contempla un esquema de reembolso del IVA aplicable exclusivamente a bienes físicos para uso personal. No incluye servicios, alimentos, hotelería ni consumos cotidianos. Para acceder al beneficio, el gasto mínimo por compra debe superar las 0,5 UF (aproximadamente 21 dólares), mientras que el tope máximo de devolución sería de 15 UF (alrededor de 610 dólares), una vez descontados los costos administrativos. Los turistas podrán realizar el trámite hasta dos veces por año, presentando su pasaporte y la factura correspondiente al momento de abandonar territorio chileno.

La medida apunta a recuperar competitividad frente a otros países de la región que ofrecen beneficios similares. En particular, busca contrarrestar el impacto de decisiones recientes adoptadas por el gobierno argentino, entre ellas la reducción de aranceles de importación para productos tecnológicos y textiles, que achicó la diferencia de precios con Chile. Este cambio en las reglas de juego hizo que muchos consumidores reconsideraran sus viajes al país vecino, disminuyendo el atractivo económico de cruzar la cordillera.

Hasta hace poco, comprar en Chile resultaba conveniente en rubros como electrónica, indumentaria, cosmética y electrodomésticos. Sin embargo, el tipo de cambio menos favorable, sumado a las políticas argentinas de apertura comercial, comenzó a nivelar los precios y redujo el incentivo para viajar. Comerciantes del sur chileno notaron un descenso en la cantidad de turistas argentinos, situación que se refleja en las calles menos concurridas de Osorno y otras ciudades tradicionalmente elegidas por visitantes provenientes de provincias como Neuquén y Río Negro.

El reclamo para reactivar el reintegro del IVA se volvió una bandera común entre empresarios, operadores turísticos y referentes gremiales. Además de Ibáñez, diversas cámaras comerciales se sumaron al pedido de aprobación urgente del proyecto, con el objetivo de evitar un deterioro mayor en la economía regional.

Por otra parte, la iniciativa también fue pensada como una forma de equiparar las condiciones frente a mercados con prácticas similares. “Este tipo de beneficios forman parte de las reglas comunes en zonas turísticas de frontera. La propuesta vendría a equiparar esas reglas que existen en otras latitudes”, señaló Ibáñez, quien reiteró su expectativa de que el proyecto entre en vigencia en el corto plazo.

En caso de aprobarse, la devolución del IVA permitiría una baja efectiva de precios para los turistas argentinos, que verían reflejado un ahorro del 19% en compras puntuales. De esa forma, productos que ya mostraban cierta ventaja de precio respecto al mercado argentino—como zapatillas, indumentaria de marca o pequeños electrodomésticos—se volverían aún más competitivos.

La medida también se enmarca en una estrategia más amplia del gobierno chileno para reposicionar al país como destino integral, combinando atractivos turísticos, buena gastronomía, infraestructura de alojamiento, seguridad y atención personalizada. El objetivo consiste en consolidar el perfil de Chile como un lugar no solo para comprar, sino también para disfrutar del ocio y el descanso.

La presión desde el sector privado se intensificó en las últimas semanas, mientras comerciantes advierten que el impacto del retroceso del turismo argentino podría ser estructural si no se implementan políticas compensatorias. En muchas localidades del sur, los ingresos generados por visitantes trasandinos se convirtieron en un componente esencial del dinamismo económico, particularmente durante los fines de semana largos y vacaciones.

El contexto macroeconómico regional también influye en la discusión. En un escenario donde el poder adquisitivo argentino sigue presionado por la inflación y el ajuste fiscal, las oportunidades para el turismo emisivo hacia Chile dependen de factores como la cotización del dólar, los precios relativos y las facilidades ofrecidas al consumidor.

Aunque el trámite legislativo en Chile no registró avances sustanciales desde diciembre, sectores comerciales continúan presionando al Senado para que acelere la discusión y dé luz verde a la norma. La expectativa es que la entrada en vigor del beneficio marque un punto de inflexión y contribuya a recuperar el flujo de turistas argentinos que, hasta hace poco, representaban uno de los pilares del consumo en ciudades como Valdivia, Osorno o Puerto Montt.

Con la mirada puesta en el segundo semestre de 2025, los comerciantes de esas zonas esperan que el Parlamento chileno escuche sus demandas y reactive una política que, según sostienen, podría ayudar a revertir una tendencia preocupante para las economías locales.

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