El entrenador español impulsa una transformación profunda en la cultura interna del club blanco, con medidas de disciplina y control que contrastan con la gestión de Carlo Ancelotti.
Una nueva era en el vestuario blanco
La llegada de Xabi Alonso al banquillo del Real Madrid marcó el inicio de una transformación radical en la dinámica interna del equipo.
Según un informe del periodista Mario Cortegana publicado en The Athletic, titulado “La revolución de Xabi Alonso en el Real Madrid ha provocado una temprana ruptura con las grandes estrellas”, el nuevo técnico está aplicando un modelo de trabajo basado en la disciplina, la exigencia física y la eliminación de viejas rutinas que considera “malos hábitos”.
El cambio, aunque respaldado por la dirigencia, ha generado tensiones en el vestuario, especialmente entre los jugadores más experimentados.
De Ancelotti a Alonso: cambio de filosofía
El relevo de Carlo Ancelotti en junio supuso también el fin de un ciclo caracterizado por la cercanía y la flexibilidad del técnico italiano. Alonso encontró un vestuario “acostumbrado a prácticas que no eran las mejores para un equipo de élite”, según fuentes cercanas al cuerpo técnico citadas por The Athletic.
El nuevo entrenador instauró desde el primer día una serie de reglas internas: mayor carga de trabajo físico, énfasis en el análisis táctico con video y una estricta puntualidad en los horarios.
“Xabi ha intentado garantizar más disciplina y orden en el día a día, con control de horarios, más trabajo en el gimnasio y sesiones de video grupales e individuales”, indicó una fuente del club.
El mensaje fue claro: nadie tiene el puesto asegurado y todos deben aumentar su compromiso dentro y fuera del campo.
Un método que divide opiniones
Las medidas no fueron bien recibidas por todos. El informe detalla que algunos jugadores veteranos expresaron su malestar ante el nuevo nivel de exigencia.
“Algunos han conseguido tanto sin hacer estas cosas que, cuando se les impusieron, se quejaron. Es normal, sobre todo con los que eran intocables”, afirmó una fuente cercana al vestuario.
Las quejas se filtraron a la prensa y reflejan una frustración generalizada entre quienes se sienten limitados por el enfoque “rígido y estructurado” del técnico, en contraste con la libertad que solían disfrutar bajo Ancelotti.
Incluso se menciona que algunos futbolistas perciben a Alonso como un líder distante e inaccesible, algo que contrasta con la figura más paternal del anterior entrenador.
“Se cree Pep Guardiola, pero por ahora solo es Xabi”, declaró a The Athletic una persona cercana a uno de los referentes del plantel.
Más control, menos filtraciones
Otra de las transformaciones impulsadas por el entrenador ha sido el control total del entorno.
Alonso restringió el acceso a las sesiones de entrenamiento y limitó la presencia de familiares, agentes y allegados en la ciudad deportiva.
“Alonso y su equipo han pedido confidencialidad. Que el vestuario sea un lugar seguro donde no se filtre nada a los medios”, explicaron fuentes internas.
Esta política de aislamiento también redujo las habituales filtraciones de alineaciones, un cambio significativo respecto a temporadas anteriores.
Resultados, rotación y jóvenes talentos
A nivel deportivo, la reciente victoria por 2-1 ante el Barcelona trajo alivio tras la dura caída 5-2 frente al Atlético.
El cuerpo técnico pide paciencia y sostiene que el proceso de transformación aún está en marcha. En paralelo, Alonso apuesta por una mayor rotación y una fuerte presencia de jóvenes como Dean Huijsen, Álvaro Carreras y Franco Mastantuono, además del impulso de figuras como Arda Güler y el gran momento de Kylian Mbappé.
El club, mientras tanto, sigue de cerca el ambiente en el vestuario, especialmente tras la polémica reciente con Vinicius Jr., quien fue sustituido a los 70 minutos del Clásico y mostró gestos de disgusto.
El respaldo de la dirigencia y el desafío de sostener el control
Desde la directiva existe un apoyo institucional firme hacia el nuevo técnico. Su credibilidad proviene tanto de su pasado como futbolista del club como de su exitoso paso por el Bayer Leverkusen, donde también aplicó una metodología estricta con buenos resultados.
Sin embargo, la presión para mantener la armonía interna y los buenos resultados continúa.
“Si el rendimiento sigue mejorando, a Alonso le importará poco si hay momentos de desarmonía dentro del grupo”, concluye The Athletic.
Por ahora, el Real Madrid se encuentra en pleno proceso de redefinir su identidad bajo un entrenador que busca combinar orden, disciplina y resultados. El tiempo dirá si su fórmula logra consolidarse en un vestuario acostumbrado a ganar… a su manera.