Tras la contundente victoria electoral, el Presidente decidió postergar la presentación del nuevo esquema ministerial para aprovechar el clima de optimismo en los mercados. La Libertad Avanza prioriza el mensaje político de la unidad y deja para después la definición de nombres que marcarán el rumbo de la segunda mitad del mandato.
El triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en la mayoría de las provincias alteró los tiempos políticos del oficialismo. Aunque el Gobierno tenía previsto anunciar este lunes los cambios en el Gabinete, el presidente Javier Milei decidió aplazar las definiciones para no opacar el impacto positivo de la victoria en los mercados financieros.
“Es tiempo de dejar que fluya el optimismo de la victoria”, señaló una fuente de la Casa Rosada, en medio de la euforia por la suba de bonos y acciones argentinas.
Optimismo y estrategia
En su discurso desde el búnker libertario, Milei llamó a un acuerdo amplio con gobernadores y legisladores dispuestos a debatir el paquete de reformas que el Gobierno planea para 2026. Esa señal política, según fuentes del Ejecutivo, fue considerada más oportuna que introducir en el mismo momento los anuncios de recambios ministeriales.
Antes de las elecciones, distintos sectores del oficialismo daban por hecho que habría modificaciones estructurales en el Gabinete, tanto por las salidas de funcionarios electos como por una reorganización del poder interno dentro de la Casa Rosada. El foco está puesto en qué sector —el entorno de Karina Milei, el “caputismo” o el área de Guillermo Francos— concentrará mayor poder político.
Los nombres en danza
Entre las certezas, todo indica que Patricia Bullrich, tras su resonante triunfo en la Ciudad con más del 50% de los votos, elegirá a su sucesora en el Ministerio de Seguridad. Su candidata es Alejandra Monteoliva, actual secretaria de Seguridad.
Milei, en tanto, descartó fusionar Seguridad con Justicia, pese a la inminente salida de Mariano Cúneo Libarona, quien ya había anticipado su renuncia. El asesor presidencial Santiago Caputo continuará con fuerte influencia en esa área a través de Sebastián Amerio, secretario de Justicia y referente del “caputismo”. Una opción que se analiza es que Amerio ascienda o que se nombre un superior político que mantenga su línea.
El Ministerio de Defensa sigue sin definiciones. Aunque algunos dirigentes especulan con que podría ser una “moneda de cambio” con el PRO, el propio Milei señaló que deberá conversar el tema con Luis Petri, actual titular de la cartera.
El rol de Karina Milei y el poder interno
La figura de Karina Milei quedó aún más fortalecida tras el éxito electoral. Según fuentes del entorno presidencial, la secretaria general podría decidir que Manuel Adorni —electo legislador porteño por LLA— permanezca en el Gabinete como contralor interno frente al caputismo.
Por su parte, Guillermo Francos recibió un espaldarazo del Presidente luego de varias semanas de rumores sobre su salida. Sin embargo, su futuro sigue abierto. Durante el discurso del domingo, Francos permaneció abajo del escenario, mientras Caputo y Adorni, los nombres que suenan como posibles reemplazantes, estaban junto a Milei.
Caputo impulsa una reconfiguración del Ministerio del Interior, con el objetivo de ampliar la interlocución política con los gobernadores y coordinar directamente los fondos de obras públicas y transporte.
El “Triángulo de Hierro” se mantiene
Pese a los movimientos, Milei aseguró que no habrá cambios en su círculo íntimo, compuesto por Karina Milei, Santiago Caputo y él mismo.
“¿Dónde estaban ayer mientras yo daba mi discurso? No va a cambiar eso”, afirmó el Presidente.
La postergación de los anuncios responde también a una lectura política: el contundente resultado electoral —victorias en 16 provincias, incluida Buenos Aires— otorgó al oficialismo nueva legitimidad para negociar reformas sin urgencias internas.
Por eso, el Gobierno busca mantener el foco mediático en los resultados y en el repunte financiero, y no en la puja por los cargos. En la City, los informes postelectorales de consultoras como 1816 ni siquiera mencionaron la palabra “Gabinete”: el entusiasmo pasó por la reacción positiva de los mercados y el fortalecimiento del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien emerge como el gran ganador dentro del equipo.
Economía y política, las claves de la nueva etapa
Con la incorporación de Pablo Quirno —mano derecha de Caputo— como canciller, Milei consolidó la influencia del equipo económico en la toma de decisiones estratégicas. El Presidente confía en que la estabilidad cambiaria y la apertura de diálogo político con gobernadores le den margen para transitar la segunda mitad de su mandato con mayor previsibilidad.
Mientras tanto, los anuncios del nuevo Gabinete deberán esperar. En la Casa Rosada aseguran que será una reestructuración profunda, pero que se comunicará “en el momento justo”, cuando el optimismo del mercado se haya asentado y la política vuelva a marcar el ritmo.