El INDEC actualizará la canasta del IPC: incluirá servicios digitales y cambios en el consumo

La nueva canasta reflejará los hábitos de consumo actuales, con más peso para la telefonía móvil y el streaming. Según Marco Lavagna, no impactará de forma significativa en la medición de la inflación. Se implementará tras las elecciones o a inicios de 2026.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ultima los detalles para implementar una nueva canasta de bienes y servicios que se utilizará para calcular el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el principal indicador de inflación del país. El nuevo esquema incluirá rubros como plataformas de streaming, servicios digitales y ajustará la ponderación de productos en base a los nuevos hábitos de consumo relevados por la última Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo).

La actualización, que se implementará formalmente después de las elecciones o en los primeros meses de 2026, busca modernizar la estructura del IPC, que actualmente se basa en datos de consumo recogidos en 2004.


¿Qué cambia con la nueva canasta?

En una entrevista con Infobae en Vivo, el director del INDEC, Marco Lavagna, explicó que la nueva canasta refleja mejor el consumo actual de los argentinos. Entre los cambios más relevantes se encuentran:

  • Mayor ponderación de servicios digitales y telefonía móvil.
  • Menor peso del teléfono fijo, que ha perdido protagonismo.
  • Inclusión de plataformas de streaming y servicios tecnológicos.
  • Ajustes regionales: en zonas urbanas, los servicios tienen más peso; en regiones rurales o de menores ingresos, prevalecen los bienes.

“La diferencia en la medición de la inflación será mínima: de entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales, dependiendo del mes”, aclaró Lavagna. “En algunos meses la inflación sería levemente menor, y en otros, apenas superior”.


Por qué se actualiza la canasta

En la mayoría de los países, el cambio de canasta del IPC se realiza cada cinco o diez años. En Argentina, la última actualización importante se hizo en 2016, pero utilizando datos de consumo de 2004. La nueva estructura toma como base la encuesta de gastos más reciente, realizada en 2018.

El proceso implicó varios años de trabajo técnico, finalizado en marzo de este año. Sin embargo, factores como la campaña electoral, la alta inflación y los cambios abruptos en precios relativos demoraron su implementación. Para preservar la comparabilidad interanual, la nueva canasta se pondrá en marcha una vez concluido el ciclo político actual.


¿Habrá impacto en otros indicadores?

Lavagna remarcó que la nueva canasta del IPC no modifica otros índices clave, como la Canasta Básica Alimentaria (CBA) o la Canasta Básica Total (CBT), que se utilizan para calcular las líneas de pobreza e indigencia.

Además, admitió que la transición metodológica plantea desafíos para empalmar series históricas, aunque existen técnicas para que las estadísticas sigan siendo comparables.


Avances tecnológicos en la recolección de datos

El INDEC también modernizó sus procesos internos: la recolección de precios ahora se realiza mediante tablets, lo que acelera los tiempos y mejora la trazabilidad de los datos. La frecuencia del relevamiento varía según el producto: mientras que los alimentos se miden varias veces al mes, servicios como el gas se relevan una sola vez.

“Trabajamos con equipos técnicos sólidos, comprometidos con la calidad del dato, más allá de las diferencias políticas internas”, señaló Lavagna.


Retención de talento y desafíos institucionales

Uno de los principales problemas que enfrenta el organismo es la fuga de talento técnico al sector privado, motivada por los salarios poco competitivos. Lavagna estimó que el salario bruto promedio ronda los $1.500.000, aunque varía por función.

El director del INDEC también destacó la independencia técnica del organismo, aunque reconoció que los ministros de Economía suelen consultar las tendencias del dato de inflación antes de su publicación, sobre todo en rubros sensibles como alimentos. Con la Presidencia, aclaró, no hay contacto directo sobre el tema.


Un IPC más representativo y moderno

La actualización de la canasta del IPC busca consolidar un índice más preciso, representativo y adaptado a los hábitos de consumo del siglo XXI. Aunque su impacto inmediato en la cifra de inflación será menor, permitirá mejorar el análisis, la transparencia y la planificación económica.

“No se trata de ocultar datos, sino de reflejar con mayor fidelidad cómo consumen hoy los argentinos”, concluyó Lavagna.

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