La líder opositora venezolana María Corina Machado no pudo estar presente este miércoles en Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz 2025. En su lugar, su hija, Ana Corina Sosa, acudió al Ayuntamiento de la capital noruega para aceptar el galardón y leer el discurso preparado por su madre, quien enfrenta severas restricciones para salir de Venezuela debido a la persecución del régimen de Nicolás Maduro.
Durante la ceremonia, Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel, llamó a la joven al escenario, donde fue recibida con una prolongada ovación. En su intervención, Frydnes instó a Maduro a reconocer los resultados electorales de 2024 y renunciar, subrayando que ésta es la “voluntad del pueblo venezolano”. También destacó el rol de Machado y de la oposición por “encender una llama que ninguna tortura, mentira o miedo podrán apagar”.
Duras críticas al régimen venezolano
Frydnes calificó al gobierno de Maduro como un régimen brutal y autoritario, responsable de una crisis humanitaria y económica sin precedentes, así como de una de las mayores diásporas del mundo, con más de 8 millones de venezolanos desplazados.
Además, denunció la existencia de presos políticos y recordó el reciente fallecimiento bajo custodia de Alfredo Díaz, exgobernador de Nueva Esparta, en la sede del Sebin conocida como El Helicoide.
El Comité del Nobel también señaló directamente a Cuba, China, Rusia, Irán y Hezbollah por brindar apoyo al aparato represivo de Maduro, consolidando así un sistema de vigilancia y control que dificulta la supervivencia de la oposición democrática en Venezuela.
Machado no llegó a tiempo por dificultades logísticas
El Instituto Nobel confirmó que Machado llegará a Noruega entre la noche del miércoles y la mañana del jueves, explicando que su ausencia se debió exclusivamente a problemas logísticos y de seguridad, derivados de su situación en la clandestinidad desde agosto de 2024.
En un mensaje grabado, la dirigente expresó su gratitud y dedicó el premio al pueblo venezolano, asegurando que espera reencontrarse pronto con su familia, a la que no ve desde hace dos años.
Una ceremonia con fuerte presencia latinoamericana
En Oslo también estuvieron presentes destacados referentes de la oposición venezolana, incluido Edmundo González Urrutia, presidente electo exiliado en España desde septiembre de 2024.
Asistieron además los mandatarios de Panamá (José Raúl Mulino), Argentina (Javier Milei), Paraguay (Santiago Peña) y Ecuador (Daniel Noboa), todos aliados en el reclamo por una transición democrática en Venezuela.
Un inicio cargado de simbolismo
La ceremonia se abrió con una interpretación profundamente emotiva de Alma Llanera, a cargo de Danny Ocean, quien ofreció una versión despojada de artificios y cargada de nostalgia. El tema, considerado un himno sentimental de Venezuela, resonó como un gesto de identidad colectiva y memoria para la diáspora presente en el salón.