Los precios en la Ciudad de Buenos Aires subieron un 2,2% en septiembre, según el relevamiento del Instituto de Estadística porteño. Aunque sigue siendo una cifra elevada, representa una leve baja respecto al mes anterior, y el índice interanual quedó en 35%.
El mayor impacto se sintió en el bolsillo a través de rubros esenciales como alquileres, expensas, transporte y alimentos. Entre los productos que más subieron están frutas, verduras, panificados y carnes. Por ejemplo, el kilo de lechuga llegó a costar en promedio $3.515, y las facturas superaron los $9.000 por docena.
Los servicios básicos también presionaron al alza: el gas aumentó 2,7% y la electricidad, 1,5%. En el área de salud, hubo aumentos en las cuotas de medicina prepaga y en medicamentos.
El transporte, por su parte, se encareció un 3,5%, impulsado por el alza de pasajes aéreos y combustibles. Y aunque algunos sectores mostraron una suba más moderada, como restaurantes (1,0%) y educación (1,9%), el informe oficial señala que la inflación sigue afectando con fuerza a los hogares porteños.
En total, más del 70% del aumento de precios de septiembre se explicó por cinco rubros clave: vivienda, alimentos, salud, transporte y recreación. Los bienes aumentaron levemente más que los servicios, pero estos últimos acumulan una suba mucho mayor en el año.