Murió Giorgio Armani, leyenda de la moda italiana y símbolo de la elegancia moderna

Tenía 91 años. Fundador de un imperio que redefinió la sastrería y la estética contemporánea, su legado marcó décadas de moda, cine y cultura global.

Giorgio Armani, el diseñador que cambió para siempre la historia de la moda con su visión de elegancia relajada y siluetas desestructuradas, falleció este jueves a los 91 años en su residencia, según confirmó su casa de moda en un comunicado oficial.

Su muerte marca el fin de una era en la que la sofisticación sin estridencias, la sobriedad refinada y el control creativo absoluto se convirtieron en sello distintivo de una marca que trascendió la moda para instalarse como ícono cultural.

Una revolución silenciosa

Conocido como “Re Giorgio”, Armani fundó su casa de moda en 1975 junto a su socio y compañero de vida, Sergio Galeotti. Desde entonces, su estilo sobrio, minimalista y andrógino se impuso como una respuesta sofisticada a los excesos de la moda de los años 70 y 80. Fue el creador del traje desestructurado masculino y el diseñador que ofreció a las mujeres una alternativa poderosa y fluida al vestuario tradicional.

“No hay nada más elegante que no llamar la atención”, solía decir. Esa premisa lo convirtió en el arquitecto de una nueva elegancia, adorada por Hollywood, las élites corporativas y millones de personas que encontraron en sus prendas una forma de expresión serena y segura.

Un imperio construido sobre coherencia estética y control

Hasta su fallecimiento, Armani fue uno de los pocos diseñadores de alta moda que conservó el control total de su compañía, en un sector cada vez más dominado por conglomerados internacionales. Su firma Giorgio Armani S.p.A. facturaba cerca de 2.300 millones de euros anuales, mientras que su fortuna personal era estimada por Forbes en 12.000 millones de dólares.

La expansión de la marca incluyó no solo ropa y accesorios, sino también perfumes, decoración, gastronomía y hotelería de lujo, sin perder de vista la coherencia conceptual que siempre lo caracterizó.

Moda, cine y cultura popular

El salto internacional llegó en 1980 con la película American Gigolo, donde vistió a Richard Gere con sus característicos trajes de cortes limpios. Desde entonces, su vínculo con el cine y la alfombra roja fue inseparable: Sophia Loren, Julia Roberts, Anne Hathaway, Zendaya, Robert De Niro y Timothée Chalamet son solo algunas de las celebridades que eligieron sus creaciones.

Su estética marcó tendencia en las oficinas del mundo corporativo, en los escenarios deportivos y en las pasarelas globales. Armani diseñó también uniformes para la selección italiana en los Juegos Olímpicos y para clubes como Chelsea y Real Madrid, llevando su sello de elegancia también al deporte de alto rendimiento.

Una vida discreta, un legado monumental

Giorgio Armani nació en Piacenza, al norte de Italia, el 11 de julio de 1934, en una familia trabajadora marcada por los años de la guerra. Estudió Medicina durante tres años antes de encontrar su verdadera vocación en el mundo de la moda, tras trabajar como escaparatista en los grandes almacenes La Rinascente.

A lo largo de su vida mantuvo un perfil bajo, sin escándalos ni exhibicionismo. Nunca se casó ni tuvo hijos. Su vínculo más profundo fue con Sergio Galeotti, fallecido en 1985, tras lo cual Armani asumió la dirección total de la firma con una convicción inquebrantable.

El adiós a una leyenda

La firma había anticipado en los últimos meses que Armani preparaba un evento especial por los 50 años de su casa de moda, que se celebrarán durante la Semana de la Moda de Milán este mes. Su ausencia en los desfiles de junio fue atribuida a una enfermedad cuya naturaleza no se dio a conocer.

Para este fin de semana se espera la instalación de una “funeral chamber” pública en Milán, para permitir que el público se despida, seguida de una ceremonia privada en fecha aún no confirmada.

Giorgio Armani deja un legado tan imponente como sobrio. Su visión redefinió lo que significa vestir con elegancia, y su influencia perdura no solo en la moda, sino en la forma en que el mundo entiende el estilo.

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