El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se refirió a su flamante candidatura para convertirse en el próximo Secretario General de las Naciones Unidas, oficializada por el gobierno argentino. En una entrevista con Infobae, aseguró que, de llegar al cargo, trasladará a la ONU la misma intensidad y presencia global que caracterizaron su gestión al frente del organismo nuclear desde 2019.
Su mandato al frente del OIEA estuvo marcado por un escenario internacional convulsionado: guerras, tensiones nucleares, inspecciones en zonas de conflicto, negociaciones con potencias globales y la presencia permanente del organismo en centrales sensibles como Zaporizhzhia. Grossi, lejos de operar desde Viena, convirtió al OIEA en un actor itinerante, presente en todos los focos de crisis.
“No fue una sorpresa: trabajamos esta candidatura durante más de un año”
Grossi contó que la propuesta argentina llegó tras un largo proceso de conversaciones con el Gobierno:
“Esta no es una decisión improvisada. Venimos trabajando hace más de un año y medio, desde mi primera charla con el presidente. Esperamos el inicio formal del proceso en la ONU para presentar nuestra candidatura, como corresponde”.
Promesa de hiperactividad diplomática
Consultado sobre cómo sería su liderazgo en Naciones Unidas, respondió sin rodeos:
“Ustedes me verán en primera fila, en los conflictos y en las situaciones que así lo requieran”.
Aseguró que su estilo de involucramiento personal en zonas críticas sería una constante, aunque remarcó que ninguna institución puede funcionar como un “one man show”.
Crítica al rol actual de la ONU
Grossi fue contundente al analizar el desempeño del organismo en conflictos como Ucrania:
“Hay una notable ausencia de las Naciones Unidas. El bloqueo casi estructural del Consejo de Seguridad no debe inmovilizar al Secretario General. Todo lo contrario”.
Reclama una diplomacia más activa, capaz de dialogar tanto con potencias tradicionales como con actores emergentes.
Irán: ataques, radiación y acusaciones
El diplomático confirmó que los ataques de junio en Irán fueron “muy graves”, pero rechazó que existan riesgos de radiación elevados:
“Los niveles son muy bajos. Los inspectores pueden trabajar con protección sin impedimentos”.
Sobre las acusaciones del régimen, que lo responsabilizó parcialmente del ataque israelí, dijo:
“Las lamento. No tienen fundamento. Pero la diplomacia exige paciencia y perseverancia. Mantengo un contacto permanente al más alto nivel con Irán”.
El futuro de Zaporizhzhia tras una paz en Ucrania
Respecto al plan de paz impulsado por Estados Unidos, Grossi evitó evaluar su contenido, pero sí advirtió que la central de Zaporizhzhia será un punto crítico:
“El OIEA es la voz de la comunidad internacional allí. Cualquier acuerdo deberá incluir un rol del organismo para evaluar la seguridad nuclear y eventualmente gerenciar un esquema colaborativo”.
Sobre su relación con Vladimir Putin y Zelenski
Grossi destacó que el diálogo directo con los líderes en conflicto es esencial:
“Algunos criticaron mis encuentros con Putin. Hoy muchos de esos dicen: ‘Menos mal que alguien mantiene ese diálogo’. El que no entiende esto, no entiende la diplomacia”.
Tensiones en el Indo-Pacífico: un foco inevitable
Tras su reciente visita a Filipinas, anticipó que la región será un área clave para la diplomacia global:
“Hay un enorme interés en la energía nuclear en el Sudeste Asiático, pero con el telón de fondo de una tensión creciente en el mar de China y Taiwán. Será una prioridad para el próximo Secretario General”.
“Estamos en un momento de agenda dura y de tensión: la ONU debe recordar para qué fue creada”
Grossi sostuvo que el mundo atraviesa una nueva carrera armamentística global y que evitar conflictos será su prioridad:
“La ONU no puede mirar para el costado. Mi objetivo sería recuperar su propósito original: mantener la paz y evitar la miseria de la guerra”.
Inteligencia Artificial, consumo energético y un desafío global
Por último, analizó el impacto de la inteligencia artificial en la economía y la energía:
“La IA ya está entre nosotros. Su consumo energético pronto será similar al de un país desarrollado como Japón. Esto reestructura la economía mundial. La ONU deberá trabajar junto a organismos como el Banco Mundial, el FMI y los bancos regionales con una visión práctica, no ideológica”.