Secta rusa en Bariloche: la presunta víctima envió una carta al presidente Milei y denunció abusos institucionales

La causa conocida como “la secta rusa de Bariloche” sumó en las últimas horas un nuevo capítulo. Elena Makarova, señalada por la Fiscalía Federal como la presunta víctima del expediente, envió una carta abierta al presidente Javier Milei en la que denuncia irregularidades en su paso por el sistema judicial y sanitario argentino. El documento también fue remitido a la Embajada de Rusia y a organismos internacionales como la ONU, la OEA, Human Rights Watch y Amnistía Internacional.

“Humillación y atropello incompatible con un Estado de derecho”

En la carta, a la que este medio accedió, Makarova sostiene que durante su estadía en la Argentina fue sometida a “humillaciones y abusos” y cuestiona de manera directa el accionar de la fiscalía federal y del Hospital Zonal Ramón Carrillo de Bariloche, donde transcurrieron los hechos que originaron la causa.

La joven, que viajó desde Rusia a la Argentina mientras cursaba un embarazo, afirma que huía de un entorno de violencia doméstica y buscaba un lugar seguro para dar a luz. Sin hablar español, señala que dependió exclusivamente de Nadezhda Belyakova —conocida como Angelina— y de Svetlana Komkova, traductora residente en Brasil, ambas actualmente imputadas. “Ellas fueron mi único apoyo y guía”, escribió.

Acusaciones sobre el trato en el hospital

Según su relato, los problemas comenzaron en el hospital público de Bariloche. Makarova afirma que fue sometida a procedimientos médicos sin consentimiento, incluida “una inducción forzada del parto” que —según asegura— había rechazado. También denuncia haber sido presionada para revelar la identidad del padre del bebé bajo la advertencia de que podría no poder llevárselo consigo.

Tras el nacimiento de su hijo, sostiene que le retuvieron el teléfono, la documentación y que fue separada de sus acompañantes.

“No era protección: era privación de libertad”

La joven también asegura que posteriormente fue trasladada a un refugio donde permaneció bajo vigilancia, sin libertad de movimiento y con condiciones inadecuadas para ella y su bebé. Allí —dice— su hijo recibió cuatro vacunas en un mismo día “sin supervisión suficiente”, lo que habría derivado en complicaciones de salud.

Señalamientos contra fiscales y cuestionamientos al proceso

En uno de los pasajes más fuertes del escrito, Makarova acusa directamente a los fiscales Tomás Labal, Gustavo Revora, Rodrigo Treviranus y Oscar Fernando Arrigo de haber construido “una historia falsa” para sostener una acusación inexistente. Los responsabiliza por presuntas presiones, intentos de bloquear su testimonio y por encubrir —según su versión— irregularidades médicas.

La fiscalía no respondió por el momento a estas acusaciones.

Un reclamo que busca impacto internacional

Makarova sostiene que su caso forma parte de “un problema sistémico” y asegura que 21 ciudadanos rusos se encuentran retenidos en Argentina “sin documentos y sin posibilidad de salir del país”. Afirma que algunos quedaron sin recursos económicos, en situación de vulnerabilidad y bajo vigilancia estatal.

En la carta dirigida a Milei, formula cinco pedidos concretos:

  1. Una investigación independiente sobre la fiscalía y el hospital.
  2. Protección y eventual liberación de ciudadanos rusos retenidos.
  3. Restitución del honor de quienes, según sostiene, fueron falsamente acusados.
  4. Cierre de la causa por falta de pruebas.
  5. Un gesto político que reafirme que Argentina “sigue siendo un país de Justicia”.

“Mi corazón sigue en Argentina”

Actualmente de regreso en Rusia junto a su hijo, Makarova afirma que no busca beneficios personales. “He regresado a Rusia, pero mi corazón sigue en Argentina —con quienes aún sufren allí”, señala en el cierre del documento.

Fuentes diplomáticas reconocieron que la Embajada rusa en Buenos Aires ya analiza la presentación, lo que podría derivar en un pronunciamiento oficial y darle al caso una nueva dimensión internacional.

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