A medida que avanza la investigación por el crimen de Santiago López Monte, el joven de 20 años asesinado en Lanús, familiares y allegados comenzaron a revelar detalles de la conflictiva y violenta relación que mantenía con su novia, una adolescente que permanece prófuga y es la principal sospechosa del homicidio.
Un vínculo marcado por el control y el maltrato
Macarena y Tamara, dos de las hermanas de Santiago, describieron a la joven como “tóxica, manipuladora y controladora”. Según relataron, la adolescente aislaba a Santiago de su familia, lo agredía físicamente y lo insultaba de manera reiterada.
“Le decía que era una mariquita, una pollerita de mamá. Lo desvalorizaba todo el tiempo”, contó Macarena. Los familiares aseguraron que los vecinos eran testigos habituales de esas escenas: golpes, humillaciones e incluso la imagen de Santiago esperando en una esquina hasta que su pareja decidiera abrirle la puerta.
Antes de mudarse con los suegros, ambos habían convivido en la casa de la familia López Monte. Pero una discusión violenta, escuchada por la madre del joven, derivó en la expulsión de la menor del hogar. A partir de ese momento, según los familiares, la violencia se intensificó.
Lesiones, manipulación y control absoluto
La familia relata que Santiago visitaba su casa con marcas visibles de golpes y rasguños. Él solía justificar esas lesiones con excusas para proteger a su novia. En una ocasión, llegó con un corte en la mano que su madre interpretó como una puñalada, aunque él alegó un accidente con la cadena de la moto.
Otro mecanismo de control, según los testimonios, era la destrucción de sus teléfonos celulares y el monitoreo de su ubicación. “Él venía a casa, pero decía que se iba a cortar el pelo porque ella tenía su ubicación y no lo dejaba visitarnos”, relató Macarena.
Pese a los intentos de la familia por ayudarlo, nunca lograron que regresara de manera definitiva al hogar. “No sabemos por qué no volvía. Mi mamá siempre le decía ‘volvé hijo’, pero él no quería”, aseguró su hermana.
El crimen
El asesinato ocurrió en una vivienda ubicada en Ceferino Namuncurá y Lituania, en Remedios de Escalada. Según reconstruyeron los investigadores, la adolescente llamó al 911 y dijo que su pareja se había herido con una reja. Sin embargo, los médicos constataron dos heridas punzocortantes en el torso, incompatibles con un accidente.
La Policía y el SAME llegaron al lugar y confirmaron el fallecimiento. Uno de los hermanos de Santiago aseguró que la joven le había admitido el ataque en un llamado previo, lo que motivó el desplazamiento urgente de la familia.
Al retirarse el cuerpo y comenzar las actuaciones policiales, la sospechosa abandonó el domicilio y desapareció. La familia cuestiona el operativo que permitió su fuga: “No se te puede escapar la piba con mi hermano muerto ahí. Sabían que era la principal sospechosa”, dijo Miguel, otro de los hermanos.
La investigación
La causa quedó inicialmente en manos de la UFI N.º 8 de Lanús, a cargo del fiscal Oscar Maidana, quien dispuso preservar la escena y dio intervención a la Policía Científica. Luego, por tratarse de una imputada menor de edad, el expediente pasó a la UFI de Responsabilidad Juvenil N.º 2 de Lomas de Zamora, encabezada por el fiscal Juan Ignacio Colazo.
La joven continúa prófuga, mientras avanza la investigación para determinar las circunstancias exactas del crimen y el nivel de violencia previa en la relación.