A un mes de las elecciones, el Presidente se tomó un descanso tras su viaje a Nueva York. Su hermana Karina Milei y Santiago Caputo lideran una reunión clave para reactivar la campaña tras los tropiezos en Provincia y Congreso.
Luego de cinco días fuera del país y con el respaldo explícito de Donald Trump en la valija, el presidente Javier Milei regresó esta mañana a la Argentina y se trasladó directamente a la residencia presidencial de Olivos, donde, según informaron fuentes cercanas, permanecerá hasta el lunes.
Mientras tanto, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y jefa del partido oficialista, convocó esta tarde a una reunión de la “mesa de campaña” en Casa Rosada, junto con el estratega Santiago Caputo, para ajustar la hoja de ruta proselitista con vistas a las elecciones del 26 de octubre.
Reunión clave tras la gira
La reunión, prevista para las 15 horas en Balcarce 50, marca la reactivación formal de la maquinaria electoral libertaria tras un periodo de fuerte desgaste político. También participará la nueva “coordinadora política” Pilar Ramírez, colaboradora de confianza de Karina Milei, incorporada para apaciguar las tensiones internas que continúan a fuego lento, incluso después del viaje presidencial.
Aunque todavía no fue confirmado oficialmente, se espera la presencia de Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Presidencia y operador clave en la estructura partidaria. El rol de los Menem dentro del espacio había sido puesto en duda, pero desde el círculo íntimo del karinismo aseguran que siguen firmes en el armado nacional.
El termómetro electoral: entre tensiones y reposicionamiento
El objetivo del encuentro es redefinir la agenda de actos, visitas y posicionamientos en las provincias y el conurbano bonaerense, tras los últimos reveses legislativos y el mal resultado electoral en PBA. La primera parada confirmada sería en Tierra del Fuego, y en agenda figuran también Mar del Plata, Rosario y una posible clausura de campaña en Córdoba, bastión estratégico para La Libertad Avanza.
El regreso desde Nueva York dejó un mensaje claro: la campaña necesita orden, territorialidad y foco. La visita sirvió para mostrar respaldo financiero y político —con la promesa de un posible préstamo del Tesoro estadounidense—, pero las condiciones del salvataje, aunque aún no detalladas, incluyen una mayor apertura al diálogo político interno.
Apuesta al equilibrio y señales a la oposición
Hasta el momento, no se prevén nuevos cambios en el Gabinete, pero en paralelo, el Gobierno acelera los contactos con gobernadores, buscando tender puentes tras la fractura del vínculo con los líderes provinciales. El ministro del Interior, Lisandro Catalán, mantiene un ritmo intenso de reuniones y posteos conciliadores en redes sociales.
También vuelve a sonar con fuerza la posibilidad de un acercamiento con Mauricio Macri, aunque aún en estado incipiente. En el Congreso, el oficialismo enfrenta un clima cada vez más hostil, con varios proyectos bloqueados, una situación que, según fuentes libertarias, responde tanto al calendario electoral como a errores de conducción en la bancada oficialista.
Próximo capítulo: entre la rosca y la recuperación
La expectativa ahora es que, tras la reunión de hoy, Karina Milei y Caputo definan una hoja de ruta clara para el tramo final de campaña, con eventos que ayuden a recomponer imagen y evitar nuevas derrotas simbólicas. El foco estará puesto especialmente en la provincia de Buenos Aires y el sur del país, donde el oficialismo busca recuperar terreno frente a un electorado volátil y desencantado.
La señal del regreso presidencial es doble: Milei baja al llano mientras su hermana toma el timón político, y con octubre cada vez más cerca, la prioridad es recuperar la iniciativa, ordenar la tropa y cuidar los gestos, tanto hacia afuera como hacia adentro.
