El mundo intenta que la Navidad no traiga más contagios

El mundo vivía hoy una jornada de expectativa ante las primeras vacunaciones contra el coronavirus pero con la atención puesta en evitar infecciones masivas en las próximas fiestas de Navidad y fin de año, en medio de una ola de contagios que pareciera haber retrocedido en Europa a causa de las restricciones pero que sigue golpeando con fuerza en Estados Unidos.

En las últimas 24 horas se contabilizaron en el mundo 528.960 contagios y 7.316 nuevas muertes. Los países que más fallecidos registraron según los últimos balances oficiales son Estados Unidos con 1.396, Italia (484) y Rusia (450).

Bélgica registra la mayor tasa de mortalidad, con 157,16 decesos por cada 100.000 habitantes, seguido de San Marino (150,95), Perú (114,24), Italia (106,77), Andorra (102,59) y España (101,93), según la universidad estadounidense Johns Hopkins.

Hoy a las 7 (hora argentina) Europa sumaba 480.650 muertes sobre 22.228.392 contagios; América Latina y el Caribe, 471.393 en 14.049.321; Estados Unidos y Canadá, 312.590 y16.715.892; Asia, 205.612 con 13.114.367; Medio Oriente, 84.779 sobre 3.646.531; África, 56.331 y 2.381.056, y Oceanía, 942 decesos en 30.561positivos, según el balance que elabora la agencia de noticias AFP en base a datos de las autoridades nacionales y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Justamente, fueron los Gobiernos y la OMS los que en las últimas horas instaron a las personas a no bajar la guardia, pese a las ganas que puedan tener de reencontrarse con sus seres queridos y relajarse tras un año complicado.

«Soy el tipo que te roba la Navidad», declaró Brian Pallister, primer ministro de la provincia canadiense de Manitoba, al pedir a los ciudadanos que «no se reúnan en Navidad».

«Si tenemos demasiados contactos ahora, antes de Navidad, y luego resulta ser la última Navidad con los abuelos, habremos pasado algo por alto», advirtió con emoción la canciller alemana, Angela Merkel.

En rigor, con diferentes matices, Bélgica, Francia, Canadá, Reino Unido e Italia, por nombrar a algunos, han decidido implementar medidas que van desde autorizar un número determinado de invitados a cenar en hogares donde no viven hasta la implementación de toque de queda nocturno que regirán inclusive el 31 de diciembre.

El Gobierno italiano analiza endurecer aún más las medidas ya previstas para Navidad y Año Nuevo, que prevén el confinamiento nacional el 25 y 26 de diciembre y el 1 de enero, luego de que miles de personas colmaran las calles de todo el país el fin de semana para dedicarse a las compras para las fiestas y a reuniones sociales.

«Negocios, bares y restaurantes cerrados en las fiestas y los días previos para impedir lo que pasó el fin de semana», publicó hoy el diario Corriere sobre el plan que analiza el Gobierno de Giuseppe Conte tras el «descontrol en las calles» de sábado y domingo.

Y en Inglaterra, Londres se encamina hacia una nueva fase de drásticas restricciones sociales y económicas para hacer frente a la acelerada propagación del coronavirus, que afecta ya a casi todos los distritos de la ciudad.

Pero la preocupación por la llegada de las fiestas no es privativa de Europa.

El presidente de México, Andrés López Obrador, pidió hoy públicamente a las ciudadanas y ciudadanos «no salir de casa» por 10 días salvo por cuestiones esenciales, en un intento por reducir el alza de nuevos casos.

La otra cara de los planes de nuevas restricciones es la de la aparición de las vacunas, que comenzaron a aplicarse la semana pasada en el Reino Unido y en Rusia y hoy hicieron su presentación en Canadá y Estados Unidos.

El Gobierno de Donald Trump decidió que 145 sitios de todos los estados recibieran las vacunas hoy, otros 425 mañana y los últimos 66 el miércoles, lo cual completará la distribución inicial.

El proceso de inmunización con la vacuna de Pfizer, la primera contra el coronavirus aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), el ente regulador, será el esfuerzo de vacunación más grande de la historia de Estados Unidos.

En Canadá la vacunación también comenzó hoy, con una primera inyección administrada en la provincia de Ontario (este), informó el primer ministro Doug Ford en un comunicado citado por la agencia de noticias Sputnik.

Uno de los países europeos más castigados por la pandemia, España, anunció hoy que confía en disponer de las primeras vacunas hacia el 4 de enero, indicó este lunes el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

En un encuentro telemático organizado por Nueva Economía Forum, el ministro recordó que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), competente para autorizar vacunas en la Unión Europea, debe pronunciarse a más tardar el 29 de diciembre sobre la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech.

«El 29 de diciembre tendremos ya, muy probablemente, una primera autorización de esta vacuna», que empezó a administrarse en Reino Unido la semana pasada y en Estados Unidos este lunes, dijo.

Sin embargo, «las vacunas no van a llegar todas el día 4 de enero, o el 5 de enero; van a llegar progresivamente, conforme se vayan fabricando».

El 12 de enero, agregó el ministro, la EMA se pronunciará sobre la vacuna de Moderna, y finalmente la Unión Europea dispondrá de siete antídotos distintos.

Los 27 países miembros del bloque podrán contar con 1.400 millones de dosis, recordó Illia.

Mientras tanto, los países de África y la mayoría de Latinoamérica aún no cuentan con planes más o menos concretos para adquirir las vacunas, poder transportarlas y aplicárselas a su población.

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