Guzmán dijo que no hay acuerdo con el FMI porque pide más ajuste fiscal

«Tenemos vencimientos con el FMI por US$ 19.000 millones en 2022 y US$20.000 millones en 2023, es mayor que todo el superávit comercial en 2021, la posibilidad de hacer un ajuste e hipotecar el futuro está desterrado«, dijo Guzmán durante una cumbre encabezada por el Presidente en Casa Rosada junto a 12 gobernadores de las provincias.

La presentación

La presentación de dos horas y media, a la que finalmente no fueron todos los mandatarios ni se convocó a empresarios y sindicalistas como pretendía Alberto Fernández, fue la «imagen» de unidad que el Gobierno intentó mostrar tras la caída del Presupuesto en diciembre ante la imposibilidad de lograr el apoyo de la oposición, una condición requerida por el FMI.

«El ingreso tiene que superar el ritmo inflacionario, esa regla es inalterable, y la segunda es que no vamos a firmar ningún acuerdo que suponga tarifazos«, afirmó el mandatario en la antesala de la audiencia para revisar las tarifas de gas, en las que la secretaría de Energía propondrá subas de hasta el 20% y las distribuidoras de hasta 120%.

En ese marco, el jefe del Palacio de Hacienda dijo que la deuda con el Fondo es el principal «condicionamiento o tensión» luego de crecer en US$ 100.000 millones entre 2015 y 2019, según sus datos, y detalló las principales exigencias del organismo que aparentemente traban el cierre de un programa para refinanciar el préstamo de US$44.000 millones contraído en 2018.

«El aspecto medular para alcanzar el acuerdo es el sendero fiscal, donde hoy no hay acuerdo. Aquí, la Argentina propone para consolidación de las cuentas públicas e ir reduciendo el déficit al mismo tiempo de que el Estado juegue un rol contracíclico», dijo el ministro, acompañado de filminas proyectadas en una pantalla gigante del Museo del Bicentenario. Un gráfico mostró que se llegaría el equilibrio fiscal en 2027. El FMI reclama que sea antes.

«Lo que pide el FMI es diferente»

Guzmán reconoció que este año hubo una reducción «muy fuerte» del déficit fiscal, por la recuperación de la economía y la recaudación, pero advirtió que «lo que pide el FMI es diferente y consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad detendría la recuperación económica y que es un programa de ajuste del gasto real versus uno de recuperación«.

De ese modo, dejó en evidencia el rechazo en el directorio del organismo a su estrategia «gradual». En su power point, no obstante, mostró que el déficit primario pasó del 6,5% en 2020 al 3% del PBI en 2021, un recorte importante al que contribuyó también -aunque no lo mencionó- la caída real del gasto del 9,6%, en particular de las jubilaciones y salarios.

El desacuerdo reside en que para el 2022 el ministro espera un nivel similar de déficit y luego una velocidad más lenta de achique del rojo fiscal hasta llegar al déficit cero en 2027. Y también habría diferencias en el ritmo de reducción de la emisión monetaria para financiar el bache fiscal, que descendió de casi el 7,5% del PBI en 2020 a cerca del 4% en 2021.

El titular de Hacienda

El titular de Hacienda se mostró de acuerdo en subir las tasas de interés por encima de la inflación para incentivar la demanda en pesos y disminuir la asistencia del Banco Central al Tesoro, pero pidió que se «respete» el rol contracícliclo del Estado, es decir, que pueda seguir financiando el gasto mediante un descenso más suave de las transferencias.

En cuanto a las reservas, afirmó que hay acuerdo en que crezcan en un rango de entre US$ 3.000 y US$4.000 millones por año, una meta igualmente ambiciosa si se tiene en cuenta que este año crecieron solo en US$2.000 millones, pese a un superávit comercial de US$15.000 millones, y que de aquí a marzo hay que pagar vencimientos de deuda por US$4.883 millones.

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