La Liga Argentina por los Derechos Humanos le aceptó la licencia a Schulman tras insultar y golpear a una empleada

La dirección nacional de la Liga Argentina por los Derechos Humanos decidió aceptar un pedido de licencia a su presidente José Ernesto Schulman, que insultó y golpeó a una trabajadora de la terminal de Santa Clara del Mar porque el micro llegó tarde.

“Esta dirección ha decidido aceptar el pedido de licencia y comenzar un proceso de evaluación para tomar las medidas correspondientes”, dice un comunicado publicado en el sitio web de la organización.

La figura de Schulman tomó notoriedad este fin de semana cuando se viralizó un video donde se lo ve discutiendo y cuestionando a una empleada de la empresa Ruta Atlántica porque el ómnibus que estaba esperando venía más demorado de lo que le habían informado.

“¿De qué te reís, pelotuda”, increpó Schulman a la trabajadora mientras la mujer solo se limitaba a escucharlo y pedirle que se tranquilizara. Visiblemente enojado, el presidente de la Liga Argentina por los Derechos Humanos la golpeó en la cabeza con su mano izquierda y le volvió a gritar: “Hija de puta, ¿de qué te reís?”.

Schulman realizó un descargo a través de su cuenta en Facebook pero no renunció. “Pido públicamente disculpas por haber llevado adelante una conducta reprochable, en una terminal de ómnibus. Soy consciente de que mi comportamiento con una trabajadora fue inaceptable y nada lo justifica”, comentó en el inicio del comunicado.

Luego, justificó: “Como muches saben, soy discapacitado motriz y pasaron muchas horas de espera de un micro para regresar, que me produjeron un enorme dolor y me desencajaron”.

La empleada agredida, Candela Valdez (21), dijo que le pidió disculpas cuando se dio cuenta que había cámaras. “Ahora tienen que quedarse conmigo los chicos que llevan las valijas o mi familia haciéndome compañía porque tengo miedo de quedarme sola”, contó en diálogo con TN y detalló: “En el único momento en que vino a pedirme disculpas fue cuando el oficial le dijo que iban a mirar las cámaras… Ahí abrió grande los ojos. Yo no las sentí sinceras, fueron más por obligación. Cuando vio que había cámaras, no le quedó otra que pedir perdón porque se vio atrapado”.

Deja un comentario

Desarrollo Web Efemosse