Una enfermera alemana inyectó agua con sal en lugar de la dosis de Pfizer y son más de 8.5000 personas las afectadas

El hecho sucedió en la localidad de Schortens, en el estado de Baja Sajonia, al norte del país. La Policía del distrito de Frisia ya habría abierto una investigación, según ha comunicado y según recoge el medio alemán NDR, con «indicios concretos» de lo sucedido.

Realmente era un caso que ya se sabía desde hace unos meses y entonces se pensaba que solo había afectado a una decena de personas, pero las nuevas investigaciones confirman que llega a miles de ciudadanos.

Según la investigación, ocurrió entre el 5 de marzo y el 20 de abril en un centro de vacunación de la localidad, que tiene unos 20.000 habitantes. Por aquella fecha, recibieron las dosis mayores de 70 años, al igual que sanitarios y cuidadores, los cuales se tendrán que pasar de nuevo por allí para vacunarse de nuevo, esta vez de verdad.

La Policía cree que detrás de la actuación de la enfermera podría haber una motivación política, ya que en sus redes sociales había compartido textos antivacunas y se había manifestado también en contra de las políticas de Angela Merkel. Por tanto, se investiga el caso como un posible delito por dicha motivación.

Se descartaría por tanto la opción de que fuera un despiste por parte de la enfermera, que habría podido llegar a poner 10.000 inyecciones falsas. Supone un retraso para la campaña de vacunación, que precisamente ahora está en entredicho y Merkel ha sido la que ha metido presión para poder llegar al 80% de la población vacunada.

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