Este viernes falleció Patricia Salazar, exesposa de Luis Alberto Spinetta y madre de sus cuatro hijos

“La Fortaleza de tu corazón y tu alma, de tu amor que derriba todo dolor”, escribió. “Me tocó tenerte de madre, y más que nada en este mundo, agradezco todo este tiempo que tuvimos juntas, todo, todo juntas. Hasta el último suspiro, la última mirada”, escribió una de sus hijas, Vera Spinetta, confirmando la noticia a través de su cuenta de Instagram.

“Ojalá el mundo entero pudiera escuchar tu risa al menos una vez, y así se llenaría todo de aire mágico por siempre. Guerrera de la vida, del amor”, añadió. Además, le agradeció por “guiarme, por cuidarme, abrazarme, apoyarme, enseñarme todo”.

Emilio Del Guercio, compañero de Spinetta en Almendra y testigo de la relación, la despidió por Facebook, donde la definió como «una mujer encantadora».

Spinetta admitió en una entrevista de 2002 que Salazar fue la inspiración de «Seguir viviendo sin tu amor». El músico recordó que «mi vida con Betty fue una vida de encontrarla y perderla. Nosotros estuvimos mal muchas veces. Yo he venido a vivir muchas veces al estudio de grabación, hemos llegado a separarnos durante tres o cuatro meses.

De allí que «estas canciones son las que representan la vuelta, el regreso después de esos quilombos». Aludió a un verso de la canción, «‘Hoy que enloquecido vuelvo buscando tu querer, no queda más que el viento’», para manifestar que «es una canción de amor para el ser que yo amaba en ese momento».

Salazar tuvo una participación activa en «Por», uno de los temas de Artaud, el disco de Spinetta publicado en 1973 que es considerado una cumbre de la música popular argentina.

«Esa canción la hicimos con Patricia, mi actual mujer, una tarde, en la vieja casa de Arribeños. Como la música ya estaba escrita sólo fue cuestión de que las palabras entraran justo en la métrica. ‘Gesticulador’, por ejemplo, está puesto para que entrara a medida», contó Spinetta al periodista Eduardo Berti sobre «Por», cuya letra está integrada por palabras sueltas e inconexas.

“La boda fue una forma de asegurar la procedencia… o no sé qué. Son rituales frente a la ley. Digamos que fue una standarización para hacernos compatibles con las normas de la ciudad”, le dijo Spinetta a Berti sobre su casamiento, en septiembre de 1976.

La despedida de Vera Spinetta cierra así: «Nada se compara a nuestro amor. Te amo de la manera más trascendental y absoluta mamá. Hoy te amo ya, y ya es mañana».

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