La Comisión Disciplinaria de la FIFA suspendió por tres años a Luis Rubiales, expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF). El dirigente quedará por ese lapso excluido de todas las actividades relacionadas con el fútbol en España y a nivel nacional e internacional por infringir el artículo 13 del código del organismo.

La FIFA resolvió así el expediente disciplinario abierto contra Rubiales el pasado 24 de agosto tras los hechos acaecidos tras la final del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda, en la que España se proclamó campeona tras vencer a Inglaterra.

El exmandatario español se tocó los genitales en el palco y posteriormente, durante la entrega de medallas besó en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso en el podio.

En un primer momento Rubiales fue suspendido provisionalmente por un periodo de 90 días y este lunes recibió la notificación de la decisión de la Comisión Disciplinaria de sancionarle por tres años.

El expresidente de la RFEF, al día siguiente de dicha suspensión provisional, se negó en rotundo a dimitir durante la Asamblea del organismo federativo y reiteró que el beso fue consentido, lo que fue negado por la futbolista que actualmente juega en el Pachuca mexicano y lo que provocó que las jugadoras españolas renunciasen en bloque a jugar en la selección si continuaban los dirigentes, así como gran parte del equipo técnico del organigrama femenino.

Finalmente, el 6 de septiembre, Jenni Hermoso denunció a Rubiales ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional por el beso recibido en la boca y esta se querelló contra el expresidente, quien anunció definitivamente su dimisión cuatro días después en un comunicado publicado en su cuenta de X (antes Twitter).

La FIFA precisa que, según las disposiciones existentes de su Código Disciplinario, Rubiales dispone de diez días para «solicitar una decisión motivada que, en caso de ser solicitada, se publicará posteriormente en legal.fifa.com», y que la decisión está sujeta a ser recurrida ante el Comité de Apelación.

El máximo organismo futbolístico mundial añade que «reitera su compromiso absoluto de respetar y proteger la integridad de todas las personas y garantizar que se respeten las reglas básicas de una conducta decente».