El secretario de Trabajo, Julio Cordero, abrió el plenario de comisiones. El oficialismo apunta a dictaminar esta semana y llevar el proyecto al recinto el viernes 26, junto con el Presupuesto.
El Senado de la Nación comenzó este martes el debate de la reforma laboral impulsada por el Gobierno, en un plenario conjunto de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto y Hacienda, con la presencia de funcionarios del Poder Ejecutivo y la intención oficial de avanzar con un trámite acelerado.
La reunión se constituyó desde las 9 de la mañana y estuvo marcada por un fuerte contrapunto político en su inicio. A partir de las 11, comenzaron las exposiciones de los representantes del Ejecutivo, con el objetivo de emitir dictamen antes del jueves y llevar la iniciativa al recinto el viernes 26 de diciembre, en una eventual sesión que también incluiría el tratamiento del Presupuesto.
La comisión de Trabajo actúa como cabecera para el análisis del proyecto y es presidida, para este debate específico, por la jefa del bloque oficialista en el Senado, Patricia Bullrich. El cuerpo está integrado por 17 senadores: cinco de La Libertad Avanza, siete aliados dialoguistas y cinco del interbloque kirchnerista, que cuestionó la conformación de las comisiones y no presentó inicialmente sus representantes, lo que generó tensiones y amenazas de judicialización.
Además de Bullrich, integran la comisión por el oficialismo Carmen Álvarez Rivero, Joaquín Benegas Lynch, Juan Cruz Godoy y Bruno Olivera Lucero. Para firmar un dictamen se requieren al menos nueve votos, que podrían alcanzarse mediante un despacho único o varios en disidencia. Una dinámica similar se prevé en la comisión de Presupuesto y Hacienda, presidida por Ezequiel Atauche.
La exposición del Gobierno
El encargado de abrir el debate fue el secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien sostuvo que “el empleo privado se encuentra estancado desde hace muchísimos años” y defendió el proyecto al señalar que fue elaborado tras “un análisis profundo de cada artículo” y múltiples instancias de diálogo.
Cordero explicó que la iniciativa tuvo en cuenta especialmente la situación de las pequeñas y medianas empresas, la litigiosidad laboral y el peso de las cargas sobre el empleo formal. “Para que haya una persona trabajando, alguien tiene que contratarla y debe haber reglas claras. Si una relación laboral es riesgosa, en lugar de fomentarla, se la termina perjudicando”, afirmó.
Asimismo, buscó anticiparse a las críticas al remarcar que el proyecto “conserva los derechos esenciales de los trabajadores” y que apunta a “una reducción significativa de los costos que hoy empujan a la informalidad”. “La Argentina enfrenta un problema estructural de empleo que tenemos el deber de resolver”, concluyó.
Junto a Cordero expusieron la subsecretaria de Política Industrial, Daniela Ramos, y representantes de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), entre ellos Javier Rufail y Agustín Rojo.
La pulseada parlamentaria
Más allá del clima inicial de diálogo, en el oficialismo reconocen que la negociación con los bloques aliados se intensificó en las últimas semanas. La Casa Rosada y Bullrich mantienen un intercambio permanente de borradores y sugerencias para evitar cambios de último momento en el recinto o dictámenes con fuertes disidencias.
En paralelo al debate laboral, otro plenario de comisiones comenzará a analizar las modificaciones que el Ejecutivo propone a la legislación sobre glaciares. En tanto, la Cámara de Diputados se apresta a tratar el Presupuesto 2026, que el Gobierno pretende incorporar al mismo paquete legislativo en el Senado.
La Libertad Avanza cuenta actualmente con 21 senadores y necesita sumar el apoyo de la UCR, el PRO y bloques provinciales para garantizar la aprobación. Aunque el oficialismo confía en alcanzar los votos, en el Senado persisten dudas sobre los tiempos y la viabilidad de una sesión conjunta antes del cierre de las sesiones extraordinarias, previsto para el 30 de diciembre.
